viernes, 9 de mayo de 2008

La web de UNICEJ

Los socios de Unicej o Cejas Unidas tienen por fin una web que les representa y donde pueden reunirse a celebrar con jolgorio y alegría que poseen una única ceja ancha y larga.

Se trata ni más ni menos de Monobrow.com, y allí encontrarás el cejijunto de la semana, vídeos, juegos y enlaces sobre la pasión de estos chicos/as, una sola ceja grande.

Cómo mantener la mayor autopista jamás construida a través de un desierto

Situada entre las grandes dunas del Taklimakan, la autopista de Tarim no es solo la mayor autopista jamás construida a través de un desierto, sino un auténtico logro de la ingeniería china. Sus 522 kilómetros de trazado atraviesan una de las regiones más extremas del planeta, un área de 270.000 km² cuyo nombre, en lengua uigur significa "si entras no podrás salir". Para los chinos, desde los tiempos de Marco Polo, el lugar también es conocido como el “Mar de la Muerte”.


Desde su construcción, en 1995, el problema a resolver ha sido siempre el mismo: ¿cómo impedir que las voraces dunas entierren la autopista? Durante los diez primeros años, la carretera se vio permanentemente afectada por la arena, que cortaba el paso a las decenas de camiones que transportaban el petróleo de la cuenca del Tarim hacia el sur y para quienes se había diseñado la ruta.

Para encontrar una solución, los técnicos construyeron un gigantesco cinturón verde a ambos lados de la autopista, apoyado por largas líneas de riego por goteo que hacen crecer la vegetación. De esta forma, el cinturón de matorrales y pequeños árboles detiene el avance de la arena y mantiene despejada la autopista.

Para mantener esta enorme infraestructura, y atendiendo a sus intereses petrolíferos, el gobierno chino tiene contratada una extensa plantilla de trabajadores que se alojan al pie de la autopista. Cada cuatro kilómetros hay una pequeña casa azul en la que se aloja una pareja de chinos dedicados exclusivamente a vigilar y reparar los sistemas de riego de su tramo de carretera. Cada pareja permanece aquí un máximo de dos años y a menudo no tiene contacto con nadie más durante todo este tiempo, ni siquiera con sus vecinos de parcela.



Desde el año 2003, el gobierno chino ha plantado alrededor de dos millones de plantas cada año, ha construido decenas de pozos y ha aumentado las dimensiones del cinturón protector hasta unos 70 metros de ancho y más de 400 kilómetros de longitud. La reforestación de la autopista de Tarim es estudiada en todo el mundo como un ejemplo de cómo desarrollar sistemas de riego en zonas áridas.

Por cierto, el equipo de "Al filo de lo imposible" ha visitado este lugar en dos ocasiones. Si tenéis tiempo, merece la pena verlo a través de sus ojos:

Naturaleza y osciladores acoplados

Como veréis en los vídeos, una vez que los metrónomos empiezan a oscilar sobre la tabla y las latas, el desplazamiento de cada uno de ellos influye en el siguiente, de forma que a los pocos segundos todos los metrónomos terminan perfectamente sincronizados.A la Naturaleza le gustan las oscilaciones periódicas. Los latidos del corazón, la traslación de la Tierra o el movimiento de los planetas son ejemplos de oscilaciones naturales. En diferentes situaciones y lugares, existen determinados sistemas que tienden a interactuar entre sí hasta acoplar el ritmo de sus movimientos.



El fenómeno de la sincronización se conoce desde febrero de 1665, cuando el físico Christiaan Huygens descubió que los dos péndulos colocados en la pared de su cuarto habían sincronizado sus movimientos de forma misteriosa. De alguna manera, supuso Huygens, los relojes estaban interaccionando a través de la pared, lo que le llevó a esbozar una primera explicación de los osciladores acoplados.


Nuestros ritmos circadianos, las ondas cerebrales o muchos de nuestros procesos nerviosos están regidos también por este ajuste de frecuencias, que permite a la Naturaleza tejer su propio ritmo.



Un fenómeno parecido ocurre, por ejemplo, con los aplausos. Hace algunos años, un grupo de físicos descubrió la tendencia de los grandes auditorios a aplaudir de forma sincronizada en cuanto pasan los momentos de mayor entusiasmo. A medida que los espectadores se relajan, reducen a la mitad su frecuencia de aplauso y tienden a acoplar el ritmo con el de los demás. De esta forma, cada espectador actúa como un oscilador y se acopla de forma espontánea, siguiendo esa extraña tendencia de la Naturaleza a sincronizarlo todo.


del blog de fogonazos