A casi todos nos parecía bastante obvio el resultado de esta investigación, pero no está de más constatarla: sí, correr es mejor que andar ligero, si lo que pretendemos es perder kilos.
Es la conclusión a la que han llegado investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de California tras un estudio realizado durante 6 años con 15.237 personas que caminan habitualmente y 32,216 que salen a correr varias veces por semana.
Según la investigación, la pérdida de peso y la variación en el Índice de Masa Corporal(IMC) puede llegar a ser un 90% superior por cada hora dedicada a correr en lugar de a caminar, especialmente en personas con sobrepeso y obesas, según recoge la revista especializada Medicine & Science in Sports & Exercise.
Sin embargo, si lo que queréis es quemar mucha más grasa de lo normal, deberéis practicar una modalidad de footing que lleva años poniéndose de moda: correr hacia atrás.
Esta forma de practicar footing, que empezó a popularizarse en Estados Unidos desde Italia y Austria, se denomina retro running. Porque esta modalidad de footing aumenta la fuerza de los músculos traseros de las piernas, poco empleados durante las carreras hacia delante, y también ayuda a quemar casi un cincuenta por ciento más de calorías, amén de que demanda mayor esfuerzo del sistema cardiovascular.